“El paco es una droga de exterminio”

Por Luisina Giangrossi

La pasta base de cocaína, conocida como paco, aparece en Buenos Aires como generadora de un conflicto individual de algunas familias, durante el 2004. En los últimos años el consumo de paco se triplicó y provoca cientos de muertes por año en América Latina. La presidenta del Movimiento Madres en Lucha contra el paco por la vida, Marta Gómez, sostuvo que la "difusión" de la problemática es su primer objetivo, porque "hoy el Estado no reconoce que existen el consumo ya que ni siquiera hay estadísticas".

En una entrevista en 2007 advirtió que sólo en Capital Federal y el Conurbano bonaerense "dos hijos mueren por semana a causa del paco", ¿Cómo tratan a un consumidor de pasta base?

Primero que nada el paco es una droga muy adictiva. De ahí partimos para decir que los que consumen no quieren ayuda. Esta es una droga de soledad, te va aislando, te importa solamente consumir. No es fácil entrarle a un pibe que consume paco. Por eso decimos que el paco es una droga de exterminio y que mata simbólicamente. Porque a veces no es la droga en sí la que mata, ya que entre los mismos que consumen a la vez se pelean y se terminan matándose entre ellos o enfrentándose con la policía.

Al ser una droga de fácil acceso y más económica, que además produce los mismos efectos que la cocaína, ¿Sólo afecta a las clases humildes de la sociedad?

Esto pasó a todos los niveles. Es una droga barata de un mango, pero llegan a consumir hasta 200 pacos por día. En este sentido, no sé cuán barato es. Como es una droga barata y accesible se instaló primero en territorios más vulnerables, pero hoy en la sociedad lo consume la clase media y la clase alta. Lo que pasa es que una clase media o alta tienen una heladera con comida, una buena cama, un techo seguro, cosa que no ocurre con los chicos de las clases humildes. Para ellos están el hambre, la desocupación y la falta de vivienda. Esa situación los lleva a consumir como la única salida posible.

Según una encuesta del INADI, el 42 por ciento de la población dijo estar de acuerdo con que “La mayoría de los drogadictos son delincuentes”, ¿Qué rol cumple el Estado para brindarles apoyo?

Seguimos teniendo un Estado tardío, que no está a la altura de la situación. Si todos no toman conciencia, la verdad que esto no va a cambiar. Porque el problema no es mío sólo, es el problema de todos. Porque si este pibe te va a ir a robar, no hay que dar vuelta la cara. Hay que saber y poder ayudar a tiempo. Nosotros tenemos la facultad que nos negaron los poderosos, la facultad de la calle.

En el Primer Congreso Latinoamericano sobre el Riesgo Social (2007), realizado en Montevideo, se planteó la necesidad de crear una red continental a raíz de la falta de respuesta del Estado frente a esta problemática, ¿Cuál es su relación con otras agrupaciones?

Empezamos a ver y a enterarnos que ya en otros lugares se estaba consumiendo y que otras mamás de otras organizaciones tenían el mismo problema. Entonces empezamos a trabajar en el ámbito de derechos humanos y llevamos esta problemática a este lugar también, donde se reunían varios movimientos. Entendimos que había que poner este tema en la mesa para que se conozca, se debata y se vea qué es lo que se iba a hacer. Además en el Congreso sobre el Riesgo Social participaron organizaciones de Uruguay y Bolivia, pero nosotros pudimos lograr que Latinoamérica estuviera unida, porque esto atraviesa a toda la región.