Periodistas multifunción
Entre los agoreros que vienen anunciando hace años el final de los diario en papel y la entronización definitiva de los medios online, los periodistas se hallan en un nuevo contexto y con novedosos dilemas: profesionalizarse o flexibilizarse.
El crecimiento exponencial de los sitios web dedicados a la información --no solo los medios tradicionales y oficiales-- y la utilización de las herramientas social media --Twitter, Facebook, My Space y muchos otros-- han desdibujado el paradigma del periodista tradicional. En la carrera por profesionalizarse, el manejo de las nuevas herramientas otorga mayores posibilidades a los más dúctiles, aunque también recorta la calidad de muchas de las actividades producto del uso centralizado en un solo autor. El viejo cronista, al parecer, es y tiende a ser reemplazado por un nuevo sujeto 2.0, con conocimientos diversificados y una vaga noción de cada faceta periodística. La calidad se abandona, al servicio de la velocidad y la versatilidad. Escritor, pero que escriba corto y conciso para lectores web. Fotógrafo, que munido de una cámara simple o un celular, pueda captar imágenes de todo --sin importar el qué, muchas veces--. Camarógrafo, para complementar lo anterior. Y, claro, un desempeño multifacético en redes sociales.
Vanina Berghella, periodista social media, blogger y Directora de los Blogs de Clarín, defiende la capacidad de adaptación y propone un nuevo desafío. La flexibilidad, según dice, es un concepto que excede a "la precarización laboral, que existió siempre y es de las empresas. Hablo de adquirir nuevas habilidades y poder decir lo que uno quiere que acompañe sus notas". Aunque la profesionalización segmentada tienda a desaparecer.
La competencia, al decir de Berghella, no parece ser entre periodistas, fotógrafos y demás, sino entre los profesionales del rubro periodístico y los de otros ámbitos. Como una guerra de posiciones, la opción parece ser "desarrollar capacidades que requieren los nuevos puestos, porque si no lo ocuparán los que vengan de la publicidad o el marketing".
Por otra parte, resaltando los beneficios del periodismo social media, Berghella rescata la posibilidad de obtener una "retroalimentación e interacción constante con los lectores". Y una vez más, con la lógica evolucionista de la adaptación al medio, presupone que los hombres no hacen al medio, si no que el medio los modela; y habrán de triunfar quienes mejor desarrollen sus capacidades.
El crecimiento exponencial de los sitios web dedicados a la información --no solo los medios tradicionales y oficiales-- y la utilización de las herramientas social media --Twitter, Facebook, My Space y muchos otros-- han desdibujado el paradigma del periodista tradicional. En la carrera por profesionalizarse, el manejo de las nuevas herramientas otorga mayores posibilidades a los más dúctiles, aunque también recorta la calidad de muchas de las actividades producto del uso centralizado en un solo autor. El viejo cronista, al parecer, es y tiende a ser reemplazado por un nuevo sujeto 2.0, con conocimientos diversificados y una vaga noción de cada faceta periodística. La calidad se abandona, al servicio de la velocidad y la versatilidad. Escritor, pero que escriba corto y conciso para lectores web. Fotógrafo, que munido de una cámara simple o un celular, pueda captar imágenes de todo --sin importar el qué, muchas veces--. Camarógrafo, para complementar lo anterior. Y, claro, un desempeño multifacético en redes sociales.
Vanina Berghella, periodista social media, blogger y Directora de los Blogs de Clarín, defiende la capacidad de adaptación y propone un nuevo desafío. La flexibilidad, según dice, es un concepto que excede a "la precarización laboral, que existió siempre y es de las empresas. Hablo de adquirir nuevas habilidades y poder decir lo que uno quiere que acompañe sus notas". Aunque la profesionalización segmentada tienda a desaparecer.
La competencia, al decir de Berghella, no parece ser entre periodistas, fotógrafos y demás, sino entre los profesionales del rubro periodístico y los de otros ámbitos. Como una guerra de posiciones, la opción parece ser "desarrollar capacidades que requieren los nuevos puestos, porque si no lo ocuparán los que vengan de la publicidad o el marketing".
Por otra parte, resaltando los beneficios del periodismo social media, Berghella rescata la posibilidad de obtener una "retroalimentación e interacción constante con los lectores". Y una vez más, con la lógica evolucionista de la adaptación al medio, presupone que los hombres no hacen al medio, si no que el medio los modela; y habrán de triunfar quienes mejor desarrollen sus capacidades.
Etiquetas: Brian Majlin, Desiré Cano, Luisi Gian, Paula Eugenia Donadío, Sin Filtro
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